lunes, 10 de octubre de 2016

Ante los comentarios y rumores sobre un supuesto aumento del salario mínimo en Venezuela previsto para noviembre de este año de 50%, ya catalogado como la causa de la mortandad de muchas empresas a nivel nacional, nos volvemos a plantear ciertos aspectos económicos para hacer un balance de la situación en nuestro país.

De acuerdo a un informe del Banco Mundial, Venezuela es a la fecha, la cuarta peor economía del mundo para hacer negocios y la novena economía menos competitiva del mundo de acuerdo al Foro Económico Mundial. Cuando vemos las causas de esta situación, resalta que se derivan –directa o indirectamente- del actual modelo económico del Gobierno nacional: control cambiario, inflación, burocracia gubernamental ineficiente, mercado laboral poco flexible, corrupción, inseguridad, entre otros. En lo que va de año, ¿Qué ha hecho el gobierno para corregir esta situación? Pues lo menos requerido, acrecentar un modelo más que fallido y obsoleto, aplicando las mismas políticas que han ocasionado esta coyuntura. ¿Un ejemplo en específico? El Gobierno ha aprobado y extendido a su antojo un Decreto de Emergencia Económica para resolver la situación. ¿De qué ha servido? Más que fomentar las condiciones institucionales y económicas necesarias para la recuperación de la economía venezolana, se ha restringido aún más el cerco a la actividad económica privada. Sin dejar por fuera que el año anterior ya había sido aprobada una Ley habilitante al presidente, con intención de derrotar la guerra económica.

Pareciera que solo se piensa en aplicar la misma receta: más y más poder para el gobierno nacional y que siga acumulando funciones que comprobadamente no puede cumplir. Veámoslo desde otra perspectiva, en las ciencias políticas se señala que las funciones primarias de un gobierno moderno son defensa, seguridad, orden público y administración de justicia, y otras funciones como los servicios de salud o servicios educativos dado que son más eficientes desde el punto de vista social. Si profundizamos en este tema, ¿Realmente el gobierno está cumpliendo cabalmente estas funciones? Si la respuesta es no, entonces, ¿Por qué el Gobierno venezolano administra areperas, heladerías, vendiendo neveras, cuando no puede garantizar eficientemente la seguridad y el orden público a sus ciudadanos?

Para muestra de un botón, de acuerdo al informe anual presentado por la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, en 2015 hubo 17.778 asesinados, con una terrible y escandalosa tasa de 58 homicidios por cada 100.000 habitantes.El Estado por querer impulsar el turismo administra hoteles cinco estrellas, los cuales licitan por millones de dólares para su remodelación, pero observemos como está el suministro de agua potable y tratamiento de aguas servidas; como está la prevención de enfermedades a través del saneamiento, la vacunación y fumigación, o la deprimente situación de los hospitales y ambulatorios en Venezuela.

Realmente no se trata de caer en discusiones ideológicas acerca de la privatización, se trata de reconocer que el Modelo económico que quiso implementar esta revolución en 17 años queriendo garantizar todo, fue insostenible. Es un descaro acusar la caída abrupta de los precios del petróleo como uno de los grandes causantes de la crisis actual, pero, ¿En 17 años de gobierno no pudieron superar el rentismo petrolero que tanto han criticado? El gobierno debe dejar de seguir engañando a la gente, jugando con ellos, haciéndoles creer que la Revolución les dará todo, y no admiten que es insostenible. Ciertamente el cambio en nuestro país pasa porque que haya un viraje en el modelo económico, aunando a que no se puede salir adelante si los actores que hacen vida en la economía del país, no trabajan en una visión en conjunto.

No es cierto que la producción de un país solo obedezca al esfuerzo de las organizaciones privadas, en todos los países del mundo, lo que llamamos PIB es generado por el esfuerzo realizado tanto por organizaciones privadas y públicas. Creo que esta idea lo sintetiza muy bien Renny Ottolina, “No se puede hacer un país, ni a los realazos, ni con decretos. Un país se hace buscando cambios de actitud, cambios en los esquemas mentales”.

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